jueves, julio 30, 2009

Brígida y Abdón IV

Escucho una anécdota tuya de hoy por la mañana. Tiene que ver con pan tostado que terminó en pan quemado, pero entremedio me pierdo al ver algo rojo en tu mano.

-¿qué es?-

Te miras la mano porque no entiendes a qué me refiero.

-ah, ¿esto? no es nada, estaba pintando con plumones-
-qué pintabas?-
-unos monos sangrientos medios satánicos-
-¿los andas trayendo?-
-no, se los regalé a la Lupe-
-pucha-

Se escucha un "¿¡me trajiste las cosas!?" que viene de atrás de mi casa.

-¡¡no, porque se las regalé a la Lupe po!!-le respondes a la voz anónima con un grito fuerte. Me mato de la risa.

-oye, ¿te dije que ese vecino es futbolista retirado?
-¿la dura? no, y ¿de qué equipo era?-
-del Chago Morning parece-
-uuuuh! ¿y si vamos a jugarle una pichanga?-
-tú po, si la última vez te metieron todos los goles que quisieron-
-pero te advertí que era mejor delantera que arquera-
-pero si adelante no hiciste ni un gol po-
-bueno, no sirvo para nada-
-no dije eso-
-sí-
-no-
-sí-
-oye-
-¿qué?-
-vamos por un completo-
-¡yaaa!, pero ¿tu invitai?-
-obvio-
-ya, pero antes dime un sinónimo de voraz-
-mmmm...esa era una película ¿cierto?-
-sí, anoche la dieron en el cable-
-¿no será Borat?-
-no, gil-
-era un chiste, gila-
-bien fome te diré-
-oye, no te conté na po-
-¿qué cosa? ¿me abrazai un rato?-
-sí. Que hice una sopa de letras con tus palabras favoritas-
-¡nooooo! ¿dónde está? ¡la quiero ahora!-
-mañana te la paso-
-nooooo, no me hagai esperar con esas cosas oye, tú sabí que me carga esperar-
-pero mañana la verás-
-¿pero por qué mañanaaa?-
-porque se cumple un año y medio desde que te conozco-
-o sea que hace un año y medio...-
-sí-
-que bonito-
-sí-
Brígida y Abdón III

Veo atentamente como tan delicadamente sacas de tu mochila el tesoro que me quieres mostrar. Dejas sobre mi cama una bolsa negra que arroja sonidos metálicos. "Tapas de botellas", pienso yo. Cuando volteas la bolsa me doy cuenta de que he adivinado.

Esperas a que diga algo al ver tu tesoro ya revelado. Pasan unos segundos de silencio completo.

-¿tapas?-
-¡sí!-

Me das un abrazo fuerte y nos caemos de la cama. Mi hombro sale bien lastimado, pero logro reincorporarme, mientras tú estás muerta de la risa y enrollada en el suelo en una posición bien incómoda. Yo empiezo a recoger las tapas que cayeron al suelo.

-tan sexy que te ves recogiendo tapas, deberías acompañarme a recolectar-
-no sé, yo cobro por tapa recogida-
-pero ¿podemos llegar a un acuerdo?-eso lo dijiste haciéndome ojitos.
-mira, tú te haces tus trenzas y yo te acompaño a donde sea-
-no me coquetees, muchachito-

Ambos guardamos silencio por un rato demasiado largo. Te levantas, te sientas en la cama y empiezas a ordenar las tapas por colores. Yo sólo miro tus manos actuar. Cuando me descubres que mis ojos están fijos en tus manos (cosa que siempre te ha inquietado) huyes a la radio y buscas sobre ella un disco que yo ya sé cuál es.

-¿dónde está?-
-lo presté-dije con cara de culpable.
-¿a quién?-dijiste sin mirarme.
-a la Amalia-
-aaaaa, perra-
-ajajaja ¿por qué perra?-
-porque no le gusta, lo hace sólo para jotearte-
-¿y?-
-que es perra, la odio-
-tú odias a medio mundo-
-a mundo entero-
-sí, en realidad-
-a ti, no-

Otra vez nos quedamos en silencio más de lo soportable. Me preguntas qué quiero escuchar y te respondo con tono de pregunta que el unplugged de Nirvana. Lo empiezas a buscar y yo te digo que ya está puesto. Pones play.

Yo voy a la ventana a ver los gallos del vecino.

-¿todavía están ahí?
-sí-
-¿quieres uno?-
-sipos-
-gallo o gallina-
-gallina-
-deja ponerme el chaleco que hace frío-
-y aprovecha de hacerte unas trenzas-

Me miraste y te reíste.