jueves, agosto 27, 2009

RECORTAR, PEGAR, DESCRIBIR...

Recortar los lunares perdidos
los dolores preconcebidos
las canciones del rocío
y las continuaciones de un día frío.

Recortar la forma de tus dedos,
de tus rayados que no son credos,
de tu sonrisa que cruza valles,
que siembra cambios y cura males.

Recortar trece asientos de un avión,
ocho gallinas en un camión,
doce ventanas y un girasol,
nueve colinas y un solo adiós.

Recortar, pegar, describir,
compartir, venir, encantar,
colorear, viajar, revivir,
sonreir, decidir, preguntar
por todas las letras que empiezan con nombres,
por todas las noches que no fueron de hambres,
por todas las cosas que no se escribieron
y por todas las lunas que ayer sonrieron.

-TILLO-
Jueves, 27 de agosto de 2009 (01:56:28)

lunes, agosto 24, 2009

DORMIDA

Con nubes rotas cayéndose a cada momento
mejor tomar a la señorita de la mano
y salir a pasearse frente a los personajes
que siempre reclaman y miran con quejas
las manos no heladas.

Dormida en los cielos de ropas azules
le tiro un disparo al tonto que no piensa más allá.
Tú vistes disfraces de mil pasajeros
y yo llevo puestos unos cerros con piedras rurales.
¿Hay algo malo en todo eso?

Suene bien o no, la cosa es una sola
tú te duermes entre palabras
y yo no escucho más las enaguas.
Punto final a los cielos nublados,
Mañana podremos ir a comprarle pan al caballero de la esquina.

-TILLO-
Lunes, 24 de agosto de 2009 (04:20:23)

martes, agosto 18, 2009

Dos Cosas I

1) Me duelen los hombros por tu culpa.

2) Nunca más te digo que compremos papas por montón.

-TILLO-
Miércoles, 12 de agosto de 2009 (15:21:14)
UN(A)

Una nube doble filo
Triple sierra y comezón
dueña de un umbral de espinas
quita y come de un melón.

Una bestia acomplejada
Doce perlas que pulir
Riega cinco tulipanes
No te niegues al dormir.

Una esquina de cuadrado
Su armadura es un misil
Cambio panes por verdades
Compro un sol y no un desliz.

Una noche en madrugada
comencé a desear amor
siete veces le rogaba
que no tenga más dolor.

-TILLO-
Lunes, 17 de agosto de 2009 (23:45:24)




lunes, agosto 17, 2009

Capítulo XIX

(Continuación del capítulo XVIII)

Estoy entre volver a mi casa o ir a la tuya y exigir una explicación. Pero es que no entiendo por qué la Amalia te visita, menos en un día como hoy. Ella debería estar en su casita, con su estufita y sus ropitas abrigadoras, escuchando su electro pop, leyendo libros tan interesantes, comiendo cositas con nombres tan extraños, viendo estúpidas películas donde no pasa nada.

¿Qué se supone que hago yo ahora? ¿Qué harías tú en mi caso? Y no le digo al dueño de esta sopaipilla que tengo en mi bolsa, le digo a usted, señor lector. ¿Qué haría usted en mi lugar?
Resulta que el niño que me gusta está en su casa y yo lo vine a ver, en un día donde sólo los tontos como yo salen de su hogar. ¿La razón? me gusta y qué. Soy tonta y qué. No tengo miedo en decirlo, aunque en verdad, como que tampoco quiero decirle a alguien. Es como un secreto, pero en el fondo igual se sabe...No sé. Lo que pasa es que...a este niñito lo conozco desde hace un tiempo ya y como que me gusta desde el principio. Y en realidad como que yo a él también, pero bueno, para qué ponerle nombre a la relación, ¿cierto?

¿Qué se supone que hago yo ahora? Es que es muy raro, además, estos días hemos estado hablando de la Amalia, o yo la he tenido en la cabeza mucho rato, por culpa de sus coqueteos y de tus miradas hacia ella.

¿Qué se puede hacer? Bueno, a todo esto, si su consejo era entrar y darle la sopaipilla al chiquillo, olvídelo porque ya me las comí. Lo siento, me dio hambre la situación.

¿Me aconsejará algo? ¿Alcanza a entender mi situación?
¿Qué pasa si se están visitando a escondidas? y es que de harto me debo haber perdido en estos días de lluvia. Él conectado al chat, sé que la tiene entre sus contactos y a ella le encanta la vida por el internet. Si hasta página web tiene la señorita, de ella y de su banda electro caca.

No sé. Me está dando frío y el consejo como que no llega. Me acuerdo de la película esa, "Singin' in the rain", donde Gene Kelly se despide de su enamorada y todo embobado se pone a cantar bajo la lluvia. Pero no es la misma situación. Que linda esa película, me dieron ganas de película. Me voy a mi casa mejor. ¿O no, dice usted? Paró de llover. No sé si eso es bueno o malo, ¿será una señal? Por lo menos yo lo veo así: Paró de llover, significa que me tengo que ir a casa, porque si hubiese seguido la lluvia, mi más cercano refugio era la casa del susodicho. ¿o no, dice usted?

Ahora que paró de llover podría pensarlo unos segundos más. Miro unos pajaritos que vuelan hacia un árbol sin hojas. El cielo ya no es tan gris. Hacia el oeste veo un tímido arcoiris. No es ilusión mía , ahí está. Que bonito se ve. Por el frente camina una pareja, van de la mano. Seguramente aprovechan que paró la lluvia para salir a comprar algo. Me quedan mirando. Los miro. Que es rico sentir otra mano estrechada a la tuya. Miro a su segundo piso. Hay en su ventana un destello del sol que empieza a asomarse entre las nubes. Se escuchan pajaritos.

En unas nubes veo una cara de oso. Parece feliz. Me conmueve una extraña sensación de placer. Me siento flotando. Me llena la melancolía de pensar en unos besos tuyos. Por fin me decido. Volveré por un rico té con canela de mi mamá.

Yo que me voy a voltear y tú que sales de tu casa. Te miro, me miras. Nos vemos. Silencio en el lugar.

-¿y tú?-
-¿y yo..........?-

Qué se supone que hago yo ahora, señor lector.

FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA.
Brígida y Abdón XVIII

Escucho la lluvia. Miro por la ventana hacia la calle inundada. No hay autos, no hay gente, no hay forma de que mi mamá me deje ir a verte hoy. Estoy como ansiosa, estoy empezando a ponerme nerviosa. No me gusta el encierro, y creo que si tuviera que estar encerrada, sólo lo soportaría contigo. Ahora que lo pienso, en tu pieza nos la pasamos bien encerrados. En qué ira. ¿encierro compartido?

Pienso en la romántica historia de una pareja de ladrones, hombre y mujer, que se amen con locura. Sí, como los de Pulp Fiction. Sería bonito que si los atrapan, los encerraran juntos. Me imagino mucha pasión dentro de esa celda. Así sería bonito que atraparan a cualquiera. Así sería bonito salir a robar. Ajajajaa. O sea, me refiero a.....nada, esto de pensar en voz alta a veces termina confundiendo las cosas.

Tengo un plan, así de bandidos, para salir y escaparme a tu casa, pero si me llegan a pillar se acabó todo. Y no habrá celda compartida, nada de nada.

Tomo mi chaqueta, mi paraguas. Tengo mis botas puestas. Me pongo la chaqueta. Me armo de valor. Bajo la escala, con cautela. Me asomo, nadie a la vista. Abro la puerta, en silencio. Cierro, en silencio. Salgo al antejardín. Cruzo el portón. Cierro. Me golpea la ola de frío. Abro el paraguas. La lluvia azota fuerte. Tengo mis pies en un charco. Empiezo a caminar apurada hacia tu casa.

El agua cae en diagonal. Hay un viento que azota los árboles.

No hay nadie en la calle, no hay autos tampoco, es que es imposible andar. Me siento tan bien de ir hacia tu casa. Pronto te veré y estarás tan feliz de que te haya ido a visitar.

En una casa dice: "sopaipillas caseras". No lo pienso dos veces y golpeo la puerta. Me abre una niñita de rulos. De inmediato llega su madre.

-¿si?-
-hola, quiero unas sopaipillas-
-¿cuántas?-
-dos-
-¿cuántas monedas son, mami?- dice la niña de los rulos.
-dos, hija-
-son dos monedas-
-ahí están- le paso doscientos pesos en sus pequeñas manitos.

La señora trae las sopaipillas en una bolsa.

-cuidado que están calientes-
-ya. Muchas gracias, chao bonita- le digo a la niña de los rulos. Me responde con una sonrisa.

-dile chao y cuidado con la lluvia- dice la señora.
-cuidado con la lluvia- repite la niña.
-sí, gracias-

Me voy con la bolsa hacia tu casa. Aparece un auto, por suerte pasa lento y no me arroja agua. Llueve como si el mundo se fuera a acabar, como dice mi madre.

Llego a la esquina de tu casa, veo gente, me escondo. Espero.

Te veo, eres tú. Abres la reja. Conversas con una persona. Es una mujer joven. No. No. No puede ser. No. Es la Amalia. Sí, es ella. Pero ¿por qué? ¿Qué hace en tu casa?

No lo puedo creer. Te abraza. Se despiden. Ella se sube a un auto azul. Le dices chao desde la puerta. Te entras, el auto parte.

Qué se supone que hago yo ahora. Siento el olor de las sopaipillas. Qué se supone que pienso yo ahora...

(Continuará...)


-TILLO-
Lunes, 17 de agosto de 2009 (16:24:43)

domingo, agosto 16, 2009

Brígida y Abdón XVII

Creo que me salió un lunar nuevo. No recuerdo haber tenido dos lunares juntos en la muñeca derecha.

Te pregunto por el chat, pero me dices que no sabes. Pongo la webcam y te enseño mi nuevo lunar.

-pero siempre has tenido ese par-
-mentira oye-
-verdad, si me acuerdo po-

Por qué tú sabes más cosas de mi que yo misma. Te acuerdas de todas las zapatillas que he tenido, de todos los nombres de blogs que abrí y cerré alguna vez, de todas las canciones que yo decía "esta es la mejorcita del año".

Llueve afuera y no creo que pare. No estoy en tu compañía, pero estoy pegada chateando contigo desde la mañana. Me he reído tanto, no sé de dónde sacas esas leseras, pero me río a montones. Y como tú sabes, cuando me da la risotada, la suelto fuerte y sin vergüenza. Mi mamá me preguntó si estaba con alguien. No sé por qué le respondí que con el señor Chanchini.

Estoy viendo unas fotos tuyas en internet y me encuentro con una donde apareces mirando a la Amalia. Y no es suposición mía. La estás mirando fijamente. Te mando el link.

-uuh, me pillaron-
-¿en qué?-
-mirando a la Amalia po-
-ah, sipo, siempre la mirai-
-¿tu creí? ¿se nota?-
-sipo....¿qué se nota?-
-que linda esta foto de la Amalia igual-

Me envías el link de una foto donde sale cantando con su banda electro pop y otras cagás varias.

-oye, ¿qué se nota po?-
-¿cómo?-
-(copio y pego): "-¿tu creí? ¿se nota?-".
-ammm... nada, eso-
-qué po-
-uuuy celos celos-
-estai loco, te preguntaba nomás-
-uuuy-
-idiota-
-oiga, mire este juego, es en linea ¿juguemos?-
-no me corre acá- miento.

No me llegan más mensajes tuyos y tampoco pienso escribirte yo. Un frío "chao", cierre de la sesión y me voy a acostar. Mi mamá me trajo una bolsa con animales de juguetes. Creo que los pegaré con plasticina a un cartón piedra que anda por ahí en mi pieza, a ver si lo encuentro.

Me acuerdo de cuando fuimos al zoológico por última vez, y pensándolo bien, desde ahí que no volvemos y no creo que tengas ganas tampoco.

Te estaba sacando una foto al lado de la reja del pasivo león. Tú ponías caras muy tranquilo, cuando de la nada el león se ubicó muy cerca de la reja, y te juro que no me di cuenta, todavía no me lo crees. Tú te volteaste, te espantaste y gritaste, yo tomé la foto, todo en menos de un segundo. Retrocediste, tropezaste con algo y caiste al suelo, provocando la risa en unos niños que andaban con unas máscaras de los Power Rangers. Y yo en vez de ayudarte me largo a reir con ellos. Despues, se nos unen los padres y toda la gente que pasa por ahí. Y tú te levantas, me miras y te vas caminando rápido y yo detrás pidiéndote perdón. Me bastaron sólo 10 minutos para reconciliarme contigo, te di un beso en la mejilla y te compré una manzana confitada. Asunto arreglado.

Me río pero para dentro. Me pregunto cómo serán los zoológicos en días de lluvia.

Si veo a la Amalia le tiro el pelo y corro, lo más rápido que pueda. La profe de gimnasia estaría contenta de verme correr. Aunque sea por una travesura.

-TILLO-
Lunes, 17 de agosto de 2009 (11:34:14)

viernes, agosto 14, 2009

Brígida y Abdón XVI

Ya te extraño. No te veo desde hace sólo tres horas, pero ya me haces falta. Afuera hay una lluvia furiosa. Anunciaron tormenta por tres días. Hay truenos y hubo granizos hace poco.

No puedo salir para verte y hablarte por el chat me produce ansiedad, así que me recuesto y me como sin darme cuenta todas las "Tritón" que me compré al venirme de tu casa.

Cierro los ojos y tengo una imagen tuya con la Amalia. No sé por qué. Una vez me dijiste que la encontrabai linda, hace tiempo, pero siempre siento que la miras más de la cuenta. El otro día cuando te devolvió tu disco fue muy coqueta contigo. Obvio que le gustas, se le nota.

-¿Será porque es rubia y yo no?-

Que tonta, lo pienso en voz alta. Me acuerdo de una vez que armé una discusión con ella sólo para humillarla. Ya ni recuerdo bien sobre qué fue, pero todos reían y yo en el fondo me sentía tan realizada.

-¿te gustará la Amalia?-

Como que cuando pienso en voz alta siempre llega la respuesta, pero ahora el silencio otorga. Hay algo en ella que podría ser atractivo para ti. Canta y más bonito que yo. Lo sé. Y a ti te encantan las niñas que cantan. Me acuerdo de que te encanta la Francisca Valenzuela. Voy a escuchar su disco.

Suena:

"Soy tan afortunada de tener una segunda piel para recorrer, contigo nacen las caricias y palabras nuestra verdad , nuestro lugar, conozco tu boca como mis manos, conozco tu mano y la siento mía..".

Celosa. Sí y qué. Si eres mío...en el fondo. O sea, no eres mío, pero eres como hecho para mí, a mi medida y gusto. En cambio, ella es más alta que tú y se junta con puros niñitos rubios. Para mí que te mira como bicho raro y quizás por eso le pareces atractivo. Bueno, si tampoco eres feo, te estoy quitando crédito.

Me gusta juntar dos "tritón" en una, abrir la boca grande y pegarle una mordida.

Además, ella como que tiene los ojos de color y tú dijiste que te gustaban los ojos negros o café. Pero no sé, los azules como que engatuzan a cualquier hombre.

Necesito dibujar, pero no sé qué. Tengo en la cabeza unas imágenes amarillas. Debe ser la cabellera de la Amalia. Un limón para ella. Escupirle unas pepas de limón en la cara y salir corriendo como cabra chica mala. Nunca entendería por qué. Aunque quizás sí. Si igual paso todo el tiempo contigo, obvio que cacha que si se acerca a ti yo me pongo celosa altiro. Las niñas cachamos todo eso.

Tengo la croquera, tengo unos lápices de cera, tengo rabia, tengo sueño, tengo pena, tengo ganas de ti, tengo sed, tengo frío, tengo ganas de abrazo, tengo ganas de ordenar esta pieza, tengo ganas de escuchar a la fran contigo.

Tomo la croquera, la dejo en el suelo y los lápices de cera se caen y salen hacia cualquier lado. Tengo flojera, tengo lata de ponerme a ordenar, tengo que pensar en otra cosa. Suena mi celular. Mensaje tuyo. Dice "Mira el 7, están dando Bernardo y Bianca. Beso".

Tengo algo para entretenerme ahora, y más sabiendo que estás viendo lo mismo.



-TILLO-
Sábado, 15 de agosto de 2009 (18:27:21)

martes, agosto 11, 2009




UN SONETO PARA LA ONETTO


Voy a comprar panecillos y queso

Me haré un tecito con leche o con miel

Iré a buscarte a la pieza de atrás

Y si no me quieres tendré que esperar.


-TILLO-

(este texto pertenece a "OBRAS INCONCLUSAS")


lunes, agosto 10, 2009

Brígida y Abdón XV

Despierto. Escucho algo que no es común. Es como si hubiesen tirado una piedra a mi ventana. Es domingo, son las 6 de la tarde. Alguien está atacando mi ventana. Algo golpea mi ventana nuevamente. Me levanto, me duelen los ojos. Muevo la cortina. Eres tú. Me haces señas de saludo. Me pides que baje. Te hago entender que me esperes. Me pongo las zapatillas. Suena mi celular. Eres tú.

-qué pasa-
-te espero en el parque, donde siempre, apúrate-
-pero qué....- cortaste.


Me apuro. Salgo de mi casa corriendo. Hay una hoja verde muy bonita en el suelo. Siempre me han llamado la atención las cosas botadas. Este papel tiene que ser algo especial. Lo recojo. Me río, es tu letra:

"Te espero en el escondite de siempre, pero antes pasa por los chocolates"

Creo entender. Una vez para pascua me escondiste huevos de chocolate en el parque. Camino apurada con una sonrisa que no puedo ocultar.

Tercer árbol al lado del columpio amarillo. Hay un nido artificial. Igual al de aquella vez. Hay huevitos y conejos de chocolate. Otro papel, esta vez de color rosado. Dice:

"Sé que no es pascua, pero siempre que ves huevitos de chocolate te dan ganas de comer".

Es tan cierto.

Ahora voy al escondite de siempre. No hay mucha gente en el parque hoy, debe ser la hora. Me apuro en llegar a esos arbustos grandes que tienen forma de una garra. Ahí nos tirábamos a dormir la siesta o a escribir canciones que nunca despues tuvieron música, excepto esa que decía "oye beibi si te duermes yo te pego". Le hice una música media cumbianchera, pero nunca más la cantamos. Sólo en esos días de demasiada nostalgia, como hoy, que al hacerme visitar estos lugares me has llenado de bonitos recuerdos, bueno, todo contigo son bellos recuerdos.

Me asomo debajo de los arbustos y ahí estás. Te ríes.

-entra-

Me arrastro por el pasto y me meto en el escondite. Ambos estamos acostados de espalda.

-¿cómo estai?-
-en estado de nostalgia ¿y tú?-
-también...hace tiempo que no visitábamos este lugar-
-oye sí-

Miramos el "techo" del escondite. Todavía se mantienen unos pedazos de lanas que atábamos.

Me miras. Me aguanto un poco, pero sólo un poco y también me volteo a mirarte. Nos observamos por harto rato. Siento que me quieres dar un beso, pero últimamente me pones insegura en mis intuiciones. A pesar de eso, he acertado a todas las veces. Sólo es inseguridad.

Me acaricias el rostro. Cierro los ojos. Hay un viento agradable. Lo siento en mi cabeza. Me besas. Muy suave. Muy suave y largo, lento, eterno. Estás cerca y lejos a la vez. No sé como explicarlo. Es un beso suave, lento. infinito.

Te escondes en mi cuello. Te abrazo. De la nada me acuerdo de una vez que nos enojamos. Llovía muy fuerte. Yo sabía que no tenía la razón, pero me enfurecía tu forma de decírmelo. Fui corriendo a encontrarte a los videojuegos para pedirte perdón. Tú estabas enojadísimo jugando "Mortal Kombat".

Entré al local, no me viste. Compré dos fichas. Me puse a tu lado, seria y sin mirarte. Eché una ficha. Me quedaste mirando, tampoco dijiste nada. Apreté los botones. Entramos al modo de dos jugadores. Tú elegiste Liu Kang, yo a la Sheeva.

Round 1: me mataste sin golpe en contra. Me duele el orgullo, pero tú juegas siempre y yo no. Además, estamos recien empezando.

Round 2: dura mucho, ambos escapamos, tenías todo para ganarme pero dudaste y ahora estás en "danger". Te aplasto y gano. Me siento mejor. Alcanzo a percibir tu miedo a perder.

Round 3: Estás enojado. Apretas fuerte los botones y palanca. Intentas sacar trucos de todas formas. Yo me cubro. No me queda otra. Te pego unos buenos puñetes. Te gano, no lo puedo creer. Fatality.

-ai, no sé hacer esa cosa-

Tomas mis controles y conviertes a Liu Kang en guagua. Me río. Saco la otra ficha de mi bolsillo.

-¿quieres tu revancha?-
-no, guardémosla. Paró de llover. ¿Te voy a dejar a tu casa?-
-bueno-

Caminamos y me abrazas.

Vuelvo al parque. Veo unas lanas rojas con blanco, que en realidad son grises ya.

Todavía estás en mi cuello.

-anunciaron lluvia para hoy-
-ah, no sé-
-sí, te voy a dejar a tu casa?-
-¿y no me puedo ir a la tuya?-

Silencio. Nos miramos.

-sí puedes-
-vamos entonces-

Salimos del escondite. Hace frío. El cielo está muy gris. Caminamos por el parque. Te doy un chocolate. Me tomas la mano y cantas "oye beibi si te duermes yo te pego". Sonrío.

-TILLO-
Lunes, 10 de agosto de 2009 (23:59:21)

sábado, agosto 08, 2009

Brígida y Abdón XIV

Cuento en mi mente las letras de la palabra "escondido". Me miras y hoy parece que el concepto es "quedarse callado". Ambos no hablamos nada, ni siquera alguna de las estupideces que nos encanta conversar.

Hoy quisiera hablarte sobre tubos de escape, sobre la sopa helada, sobre qué ves tú en el lunar que tengo en mi muñeca, sobre las canciones que podría hacer golpeando botellas de plástico, sobre cómo me gusta apretujar las flores en las tiendas de flores, sóbre lo linda que es tu nariz, sobre las veces que me dejo de comer las uñas, sobre la guitarra que algún día romperé en un escenario, sobre lo suave que es pasar mis dedos por tu cuello.

Me gustaría conversarte sobre lo feas que son las enaguas, sobre la versión que yo tengo del 21 de mayo, sobre una clave que me acuerdo del Donkey Kong II, sobre unos teléfonos de vasos que quería poner desde mi casa a la tuya, sobre una chimenea que estaba pensando construir en medio del parque.

Pienso mucho. Pienso en todo lo que podríamos conversar, pero hoy tú dibujas. Y no dibujas tan mal como dices. Me gusta cuando dibujas. Sé te sale lo artista oye. jajaja y sé como odias esa palabra. Yo que menciono que quiero estudiar arte y tú que te pones tan grave.

Me acuesto a tu lado, pero te doy la espalda.

-tengo sueñito- advierto.

Dejas las cosas en el suelo y te acuestas a mi lado. Me abrazas con ternura. Siento tu boca depositada en mi cuello. Así como arrojada al vacío.

Pienso en que te podría contar sobre las constelaciones que he descubierto en el cielo, sobre las dos veces que he llorado con el Rey León II, sobre las últimas poesías de mi mami, sobre el contrabajo que vi en una tienda y que quise robar.

Tu mano busca la mía y la encuentra. Entrelazamos dedos. Tu pulgar se desliza sobre mi piel y traza un camino de ida y vuelta. Tus labios se mueven cerca de mi oreja. Creo que ya no estoy pensando precisamente en contarte cosas. Creo que de sólo pensarlo me hace sentir un calor.

Cuento en mi mente las letras de nuestros nombres. 5 el tuyo, 7 el mío. Ambos son números primos.

Me duermo. Por fin me duermo junto a ti. Hoy me haces sentir tan bien y se me han pasado todos los miedos. No te tengo más miedo. Sólo sé que me quieres y punto. No hay más de qué preocuparse. Tomas aire. Creo que vas a decir algo.

-estaba pensando que tu nombre tiene siete letras y el mío cinco-
-¿en serio?-
-sí, y los dos son primos-
-bacán, somos primos-
-jajaja, no-

Me encanta cuando suceden esas cosas. Uno de los dos piensa en algo y el otro despues también lo piensa, o a veces al mismo tiempo. Sucede siempre. Es tan mágico. ¿En qué ira?

-TILLO-
Sábado, 08 de agosto de 2009 (03:54:45)

jueves, agosto 06, 2009

Brígida y Abdón XIII

(...Continuación del Capítulo XII)

No sé qué hacer.

El beso se acaba. Tus labios se alejan. Me miras a los ojos. Me tomas las manos. Me besas los dedos. Me miras a los ojos. Me estoy poniendo más y más nerviosa. ¿Tengo que decir algo?

Por mí que nos besáramos otra vez y no dijéramos nada.

Me mirás a los ojos. Pestañeas y es un alivio para mí. No aguanto más. Te doy un beso suave y breve, con ojos abiertos. Abro tu puerta y salgo apurada.

Me dan ganas de llorar, pero me aguanto...no por mucho. Ultimos escalones de la escalera y se me escapan unas lágrimas. Nunca he sido buena conteniendo llantos. Tu hermana me ve. Me da vergüenza y salgo corriendo.

Afuera está frío. Es un día azulado con cielo naranjo. Veo tu ventana. Estás ahí mirándome. Sería una foto perfecta si no hubiese dejado mi cámara en tu pieza. No regresaré por ella.

Me voy. Camino apurada. Hace mucho frío. Llevo manos heladas, nariz helada.

Al doblar la esquina miro una ventana. Hay dos niños asomados. Tienen unos gorros de lana bien bonitos. El niño sujeta un cartel que dice "Chistes a sien pesos". Lo miro y no lo puedo creer. Me detengo. La niña de su lado, al parecer su hermana, me mira fijo.

-¡hola! ¿te contamos un chiste por tan sólo cien pesitos?-
-¡ya! porfa, lo necesito-
-¿quién de los dos te lo cuenta?-
-mmmm él- apunto al niño del cartel-
-¿yo? ¡yaaaaaa!-

El niño piensa un rato. Mira a la hermana y luego a mí.

-un niñito le dice a su mamá: "-mamá, mamá. ¿por qué en el colegio me dicen hocicón?- y la mamá le responde: "ya, cállate y trae la pala para darte el jarabe".

Me mato de la risa ahí mismo. Los niños ríen conmigo. Tienen una cara de diablos que no se la pueden.

Les paso $500. Me buscan el vuelto, yo les digo que se lo queden. Les digo que me tengo que ir corriendo. El niño me mira.

-¿estabas llorando?-
-sí, pero ya pasó-
-ahhh, que bueno-
-chao lindos me tengo que ir-
-¡chao!- me dicen ambos en coro.

Me voy. No puedo creer lo que acabo de ver. Me río sola aún. Por lo menos, ya no siento ese terrible dolor de estómago.

Que lindos los niños. "Ya, cállate y trae la pala para darte el jarabe". No lo puedo creer.
HiMNOTERAPIA

¿qué es la Himnoterapia?

Es el método curativo consistente en la búsqueda de traumas psíquicos de los pacientes mediante la audición de himnos.

¿cómo funciona la Himnoterapia?

El paciente escucha el himno en un estado de relajación máxima. A través de los distintos tipos de composiciones, el paciente reacciona según sus propios traumas psíquicos.

¿para qué sirve cada tipo de himno?

Cada himno produce efectos curativos específicos en los pacientes. A continuación una lista de los himnos y todos los problemas que puede corregir:

-Himnos nacionales: trastornos de patriotismo y nacionalidad, baja autoestima, miedo a las alturas, tartamudeos, disfunción eréctil.

-Himnos escolares: mala memoria, deficiencia de atención dispersa, falta de concentración, falta de motivación, problemas al hablar en público, identidad sexual (en el caso de los himnos de colegios no mixtos).

-Himnos deportivos: anorexia, bulimia, actitudes mentales negativas, dolores de origen desconocido, adicciones al alcohol y drogas, eyaculación precoz, hiperactividad, estancamiento.

-Himno de la alegría: depresiones, estrés severo, decepciones amorosas, dependencia de la persona, celos excesivos, frígidez,.

-Himnos militares: insomnio, inseguridades, maltratos físicos y sicológicos, infertilidad, problemas de ambigüedad sexual.

¿la Himnoterapia produce efectos secundarios?

Sí, pero esto depende de cada persona y cada tipo de himno. En el caso de los himnos nacionales se puede ver en los pacientes que aumenta el interés por las banderas, por las fiestas patrias. En el caso de los himnos deportivos se produce una adicción a los accesorios deportivos, a los estadios, adicción a los deportistas a veces al nivel de obsesiones o actos psicópatas. En el caso de los himnos militares, se produce un interés en las armas, en los tanques, en el jabón y reality shows del tipo "pelotón". En el caso del Himno de la alegría, no tiene efectos secundarios.

¿la Himnoterapia funciona?

Obvio.

¿la Himnoterapia es realmente efectiva?

¬¬

¿cómo puedo reservar mi hora?

Escribiendo a grietagarbo@gmail.com y reservando su hora con el Dr. Tillo.

¿cuál es el nombre real del Tillo?

¬¬

miércoles, agosto 05, 2009

Brígida y Abdón XII

Estornudo. Otra vez.

Otra vez. Amanecí hoy con un resfriado idiota.
Estoy armando algo con tus legos. Intento hacer una paloma, pero como que se parece más a una pistola.

Te miro así rápido. Estás viendo las fotos de ventanas que tomé ayer. Las miras con esa cara de admiración y análisis que pones al ver mis cosas. Siento que piensas todo el tiempo en mi "tú me gustai", pero haces muy bien tu papel de leso.

Te muestro mi paloma de legos.

-¿una pistola?-
-noo-

La desarmo.

-¿qué era entonces?-
-una paloma-
-me cargan las palomas-
-no, si no era para ti-
-yo te voy a enseñar cómo se hace una paloma-

Hoy todo lo que dices me parece tan desagradable. Hoy como nunca me pareces un desagradable.

Aguanto un estornudo. Me siento ridícula. Además, se me caen los mocos todo el tiempo. Me arde la nariz.

-me voy a ir oye-
-¿tan temprano?-
-sí, no me siento nada bien-
-pucha-

Tomo mi mochila. Me levanto. Te levantas, te acercas, me abrazas fuerte.

Hay un silencio largo y yo no sé que pensar. Estoy en shock. Me has dado miles de abrazos así, pero el de hoy no es igual a ninguno. Por lo menos para mí. Me acomodo a tus brazos.

Retumba en la cabeza mi "tú me gustai" como si me dieran de martillazos. Me estás apretando como si no me quisieras dejar ir. Cierro los ojos. No sé que pensar. Tu mano izquierda está en mi pelo ahora y lo acaricias suavemente, como cuando me haces dormir. Yo me dejo llevar. Entro en un trance meloso, donde en cualquier momento te doy un beso. Es más, creo que ya no aguanto más. Te quiero dar un beso.

Pienso en la palabra "beso" y tú me sueltas, me quedas mirando. Me tomas las manos.

Te miro con cara de "por favor, hazlo". Te demoras en entender o en decidir. El beso llega y yo cierro los ojos de inmediato. El trance me absorbe, me transporta, no estoy acá, no estoy allá, es otro lugar donde al cerrar los ojos no tengo imágenes ni colores. Sólo siento el olor del shampoo de tu hermana en tu cabeza y el sabor de esas pastillas que sueles comer.

No sé qué pensar. No sé qué pensar.

(Continuará...)

martes, agosto 04, 2009

Brígida y Abdón (0)

Me tomo lo que me queda de cerveza en el vaso. Lo dejo de nuevo en la mesa. Lo miro, levanto la vista, miro al lado. Estás apuntándome con tus ojos. Sonríes.

-tienes algo en la nariz-
-¿un moco?-
-no, una pestaña-

Me la sacas. Me quedo pegado en tus dedos.

-dedos para el piano-
-sí oye-

Escondes las manos en los bolsillos de tu chaqueta. Parece que te diste cuenta de que las miraba con demasiada atención. Me sentí un poco culpable, pero es que tengo una obsesión con las manos.

-mis dedos son cortos-
-a ver-

Te muestro mis manos para que estemos de igual a igual. Me las tomas. Mis manos están frías, las tuyas muy tibias. Espero a que te quejes, no lo haces. Comparas mis dedos con los tuyos. Me ves mirándote las manos y las vuelves a esconder. Me vuelvo a sentir culpable.

Silencio. Estás a mi lado, no te conozco. Todos hablan menos tú y yo. Me caes bien. Tienes una mirada como de árbol que baila con el viento. Eso pienso.

-tu pestaña, mira, en mi dedo-

Pongo mi dedo índice en el tuyo y aplasto la pestaña.

-pide un deseo-

Me miras la boca por menos de un segundo. Piensas.

-ya-

Saco el dedo y la pestaña permanece aferrada al tuyo.

-tu deseo se cumplirá-
-¿en serio? ¡bacán! me encantó, deja sacarte más pestañas-

Reímos. Suena una cumbia. Ambos meneamos la cabeza.

-¿cómo te llamas?-
-María Perlita-
-¿en serio?-
-no, jajajaa, pero quisiera-
-jajajjaa-
-no, pero te vas a reír de mi nombre-
-tú te vas a reír del mío-
-ya cachipún quien dice su nombre-
-dale, ca....chi....¡pún!...gané-
-rayos-
-su nombre señorita, por favor-
-me llamo Brígida-
-ammm estuviste de santo hace poco ¿o no?-
-siiii, no creas que lo celebré. Oye pero no soy brígida de brígida porsiaca-
-te creo, ajajaja. Yo me llamo Abdón.
-pero tú estai de santo el 30 po-
-sipo-
-wena. Somos un par de desdichados con nombres desdichados-

Pasa el rato. Llegan más cervezas. Hace frío. Tengo un poco de hambre.

-oye, tengo hambre-
-ajaja, estaba pensando en eso-
-toma-

Me entregas un bombón.

-uuh, gracias-
-de nada-

Ambos estamos fuera de la conversación. Algo sobre los compañeros de básica escucho. Me cargan los compañeros de básica.

No sé si ambos estamos en otra cosa o será que el frío nos tiene silenciosos.

-me dio sueño, permiso-
-adelante-

Pones tu cabeza en mi hombro. Yo apoyo la mía en la tuya...

(Desde ahí somos inseparables. Amigos en las buenas y malas. Desde ahí me visitas todos los días porque dices que desde mi ventana se escuchan los pajaritos y las nubes desde mi vista siempre tienen cara de algo. Me gusta que me visites, me gusta recibirte. Ojala te quedaras a vivir en mi pieza)

-TILLO-
Lunes, 03 de agosto de 2009 (23:29:14)

lunes, agosto 03, 2009

Brígida y Abdón XI

(...Continuación del capítulo X)

Ya no los veo. Deben estar entrando al antejardín. Qué hago, qué hago, qué hago. ¡ya sé! Me pongo las zapatillas sin abrocharlas. Tomo las llaves de mi casa. Siento que cierran la reja. Bajo la escala corriendo, salto los últimos escalones. Escucho que entran conversando. Mi mamá dice:

-no sé donde estará esta niñita, el otro día salió sin avisar, despues llegó con un montón de fotos de bigotes-

Voy a la pieza de mis padres, abro la ventana. Salgo hacia un pasillo exterior. Cierro la ventana. Me salta el corazón, caleta, te lo juro.

Corro por el pasillo, abro la puerta, salgo al antejardín. Cierro la puerta suavemente. Me asomo por la ventana, veo sus siluetas subiendo por la escala hacia mi pieza. Voy a la reja, abro en silencio, nunca antes había sido tan delicada, siempre salgo y portazo.
Estoy en la calle, soy libre, nadie más se ve en mi cuadra, nadie que me pueda acusar. Soy libre por fin. Corro sin rumbo pero corro. Escapo de no sé bien qué, pero escapo. Tengo que huir, no soy capaz hoy de mirarte a los ojos.

Me detengo en seco. Cómo sabré si te has ido de mi casa o no. Doy vuelta y regreso, tengo que volver para ver el momento en que salgas de mi hogar. Camino sigilosa, parezco cabra chica. Pero nadie me ve, así que no importa.

Camino por la cuadra de el frente. Me escondo detrás de los autos. Hay una camioneta en la casa frente a la mía. Ahí me escondo. Respiro hondo, respiro mucho.

Estoy desesperada, me tiemblan las manos, te lo juro. Recuerdo anoche. Me hice la dormida.

-¿estás despierta?-

Preguntaste unas cinco veces. Guardé silencio y no abrí mis ojos nunca.
Sólo hoy en la mañana hablamos algo sobre los mankekes que estaban vencidos. Me los llevé conmigo, pero era mentira lo de la fecha de vencimiento. Estaba muerta de hambre. Me los comí camino a mi casa. Lo bueno es que no estaban tan molidos.

Ahora sales de mi casa. Te veo. Le dices chao a mi mamá. Sales, cierras la reja. Miras para ambos lados, me buscas quizás. Te vas con las manos en los bolsillos.

Respiro de nuevo. Me vuelve el alma al cuerpo. Espero unos segundos, sale de una casa el dueño de la camioneta donde estoy escondida. Me mira extrañado.

-estoy jugando a las escondidas-

Se ríe. Miro a todos lados y corro avergonzada. Voy a mi casa. Abro la reja, ya no te ves desde aquí. Entro.

-¿y tú? recien estuvo...-
-sí, sí me lo encontré afuera-
-te dejó algo arriba-
-okei-

Subo rápido a mi pieza. Sobre mi cama está la misteriosa bolsa negra que traías. La abro. ¡nooo! es el dinosaurio de peluche que te conté que vi el otro día y que no pude comprar porque era muy caro para mí.

Hay una tarjetita junto al dinosaurio. La abro. Dice: "Te quiero mucho, amiga".

¡Aaaaaaaaaaaaa! histeria full.
"amiga" "amiga".
Cierro la puerta y no aguanto las lágrimas. Está todo tan claro. Me abrazo al dinosaurio. Prendo la radio. Suena una canción de un grupo que te gusta, no sé como se llama. Es linda pero la apago.

¡maldición, todo empeora! Jueguitos de la verdad. Soy tan aweoná.
Brígida y Abdón X

Creo haber cometido el más grande de los errores de mi vida (el de mi mamá fue ponerme este desgraciado nombre) .

Me llamaste dos veces hoy antes de que apagara mi celular. He llorado toda la tarde. Sonó el teléfono de mi casa. Seguro eras tú, pero por suerte mi mamá no está hoy. Yo estoy encerrada en mi pieza, arrepintiéndome de todo lo de anoche.

Escapé de tu casa temprano con la excusa de tener que acompañar a mi sobrina al doctor.

Estoy tan triste, te lo juro. Me siento una imbécil. Siempre lo echo todo a perder.

Me acuerdo de anoche cuando te lo dije y tú nada, miraste los dulces en la cama y no dijiste nada. ¡Nada!

Es tan obvio que las cagué. Después dijiste que yo también te gustaba pero sé que lo dijiste para no hacerme sentir mal.

Puchaaaaaa. No debí darte besos, pero como vi que no decías nada sobre mi confesión, no sabía qué más hacer. Ojala ayer nunca hubiese pasado nada. Ojala cayera un avión sobre mi casa y me matara y yo explotara en muchas partes y no quedara rastro de mi existencia. Ojala se quemara la casa, mi libreta donde escribo todas las cosas que hago contigo. Ah, y de paso ojala se quemara la casa de mi vecina. Vieja culiá, como la odio.

Estoy desesperada, te vi conectado al msn pero no me atreví a aparecer y escribirte. Leí tu mail, pero no dices nada al respecto, sólo preguntas cómo me fue con mi sobrina. Tan lindo, siempre preocupado por mí.

No te quiero perder, te lo juro, no te quiero perder ni lastimar, sólo es que empiezo a sentir otras cosas por ti.

Me estoy ahogando, estoy desesperada. Abro la ventana de mi pieza. Cresta, hoy todo me cuesta el triple.

¡te vi! estás parado afuera de mi casa. Traes puesto el chaleco que te regalé. ¿Es eso una señal? Tienes una bolsa negra en tu mano, muy misteriosa por lo demás. ¿Me quieres devolver las cosas que te regalé y olvidarme por siempre? No, que exagerada. Además, todo lo que te he dado no cabe en una mísera bolsa de plástico.

Qué haces acá afuera, vete a tu casa. Ándate, por favor ándate.

Ándate, porfa, ándate. Miras mi ventana. Espero que no me hayas visto. No creo, estoy bien escondida.
Ahora miras para todos lados. Por favor, te lo pido, ándate. Ándate.

¡no! ¡no lo creo! viene mi mamá en la esquina. La vas a ver y le pedirás entrar ¡no! porfa, ándate. Te lo ruego. No pido nada más.

Cresta, no sé qué hacer. Ya la viste. Cagué por siempre. No tengo salvación, qué hago por la chucha.

Se saludan, se sonríen y yo acá sudándola cagá de miedo. Conversan ¿qué conversan?
No. Vienen a la casa. Vienes tú también. Ayudas a mi mami con las bolsas.

Porfa, te lo repito por última vez, vete a tu casa, vete vete vete, ándate, ¡fuchi fuchi!
Te juro que te llamo hoy. Te lo juro.

(Continuará...)


-TILLO-
Domingo, 02 de Agosto de 2009 (20:50:11)

domingo, agosto 02, 2009

Brígida y Abdón IX

Abro un Súper 8 y tú me retas.

-todavía no-

Sacas y sacas de tu mochila un montón de dulces y chocolates. Los ordenas uno al lado del otro y de manera perfecta.

Alineados están, en el siguiente orden, el Súper 8 que abrí, un Chocman, un Hobby, un Privilegio, un Mantecol, unos Snickers, un Turrón, un Alfi, un Gansito, una Rayita, un Pingüino, un Golpe, un Mankeke, unas gomitas flipy, un Golazo y otro Súper 8.

-traje dos Súper 8 porque sé que uno solo traería problemas-
-muy bien pensado, compañera-

Nos acomodamos frente a las golosinas, mientras espero que me digas de qué se trata el nuevo juego.

-ya mira, cada uno elige un coso y para que el otro se lo entregue tiene que responder una pregunta que le hará el otro ¿se entiende?-
-eeeh, no mucho...-
-mira, elige un coso-
-un Súper 8-
-ya, el que abriste. Para que te lo pase tienes que responder una pregunta que te haré-
-aah, dale-
-¿ahora sí?-
-sipos, pregunta nomás-
-mmm...¿has soñado conmigo últimamente?
-el otro día-
-¿qué soñaste?-
-pero es una pregunta por coso- respondo y te arrebato el Súper 8.
-ooooh, maldito, te odio-

Te cruzas de brazo y me miras enojada. Yo empiezo a comerme el Súper 8.

-no sufrai oye. Soñé que iba en un avión de guerra y que tenía que dispararle a otro avión que venía directo hacia mí, pero justo en el último momento yo tenía la sensación de que tú piloteabas ese avión y parece que sí porque te elevaste justo y despues dibujaste un corazón en el cielo-
-¿cómo dibujé?-
-aah, es que tu avión dejaba un humo morado, y el mío humo verde-
-aaah, bacán-
-te toca-

Te demoras en elegir, tomaste el mantecol y el Golpe para luego decidirte por el otro Súper 8. Era bien obvio la verdad. Lo tomo y pienso mi pregunta.

-¿te gusta alguien?-
-mmm...sí-
-¿quién?
-una sola pregunta-
-yo respondí dos-

Me miras, luego bajas la mirada a los dulces.

-tú me gustai, te toca-

Una sensación extraña me recorre el estómago. Respiro hondo. Muevo mi boca hacia un lado. Miro las golosinas, el Gansito me llama. También el Alfi y el Mantecol. En eso te lanzas sobre mí y me das un beso en la boca. Me trato de acomodar mientras te respondo el beso sin dudar. Estás sobre mí. Ambos comenzamos a aplastar las golosinas, yo escucho como suenan los envases. Pienso en el Gansito todo achurrascado, algunos caen al suelo y seguimos besándonos cada vez más apasionados. Mis manos están en tu espalda. Abro los ojos. Tú también. Apagas la lámpara, pero sin dejar de besarme. Ahora estás a mi lado. El beso sigue. Tengo mi mano izquierda en tu mejilla derecha. El beso se vuelve lento y cadencioso. Separas los labios de los míos.

Respiramos.

-lo eché todo a perder, aplasté los cosos también, disculpa-
-no, no tienes por qué pedir disculpas-
-no debería quedarme hoy acá-
-¿por qué?-
-no sé, me da vergüenza-
-tampoco te puedes ir ahora-
- si sé-
-es tarde ya-
-sigamos con el juego pero sin preguntas mejor ¿ya?-
-oye-
-¿qué?-
-tú también me gustai-

Te escondes en mí. Hay silencio, se escucha un gallo cantar.

-no me digai nada porfa, te juro que muero de vergüenza-
-bueno-

Se escucha un gallo cantar. Con mi pierna paso a llevar un dulce que cae al suelo.

-pobres mankekes-
-jajaja sí-
-mañana van a aparecer achurrascados-
-sí-
-abrázame fuerte-
-ya-


-TILLO-

Domingo, 02 de Agosto de 2009 (03:49:28)

sábado, agosto 01, 2009

Brígida y Abdón VIII

Pongo un recorte de la cara de un político en tu frente. Tú pones un signo de ceda el paso en mi mejilla. Te ríes.

-vamos a quedar todos pegotes-

Cuento 9 recortes distintos en tu cara y cuello y no sé dónde pegarte una citroneta grande en blanco y negro que recorté.

-en la ropa no-
-si sé-

Estás recortando letras blancas. Miro a ver si adivino qué palabra quieres formar. Tienes una "M", una "O", una "L", una "I" y una "N".

-¿el señor Molina?-
-noooopo, "molino"- quitas de mi cuello una "O" y la pones al último.

Tomo un plumón negro y te pinto un lunar en medio de tu mejilla izquierda. Te dejas.

-Es que así quedas equilibrada-
-aam, o sea que ¿ya no me voy a tambalear más?-
-nunca más-
-jajaja, te acordai cuando se rompió la silla en el cumpleaños de tu hermana-
-sí y te llevé al baño porque te hiciste una herida en el tobillo-
-y te di un beso-
-sí-
-es que te quedaba tan bonito el chaleco que te regalé-
-¿y este no?-
-no, este no-

Pasa un rato y te ríes.

-es broma-
-a ti todo te queda siempre bonito-
-no, igual estoy más gorda que antes. Por culpa de tu mamá y sus sopaipillas-

Pasan más de 5 minutos de silencio, donde entremedio tú interrumpes cada cierto tiempo con algun trozo de canción. Cantaste una de Alberto Plaza, una de Chayanne, una de Aqua y una de Stevie Wonder.

-¿dónde vas a poner el dibujo que te di ayer?
-mmm...pensaba que acá atrás de mi cama-
-pero ahí no lo vas a ver-
-pero lo veré antes de dormir-
-no, mira, pégalo en el techo, así al despertar será lo primero que veas-

Te levantas, tomas el dibujo que está en el escritorio junto al computador. Está vuelto un rollito y amarrado con una lana roja con blanco. Lo desatas, tomas el scotch encima de mi velador. Te subes a mi cama de pie y empiezas a pegar el dibujo en el techo.

-¿está derecho ahí?-
-parece, pero hay otra cosa..-
-¿qué cosa?-
-que se te está asomando tu ombligo-
-ajaja no importa-
-y no estai gorda como dices-
-para de mirarme la guata-

Terminas de pegar el dibujo y pierdes el equilibrio y das un paso rápido para no caer.

-¡chucha!-
-sin ponerse nerviosa-
-¿sabí qué?-
-¿qué?-
-no te regalo ninguna hueá más-
-oye sí, estoy lleno de cosas tuyas-
-oye sí, que van a decir despues-
-que eres una regalona-
-jajaja en todo sentido-

Nos tiramos en la cama mirando tu dibujo.

-te quedó bacán-
-gracias-
Brígida y Abdón VII

Tomo una foto de tu escote.

-aprovecha que un escote así en mí no volverás a ver-
-sipos, como si hubiera tanto para ver-
-oooh, que hablador-

Te arrojas sobre mí y me tapas los ojos con ambas manos.

-cuidado, no se te vaya a salir algo-
-¡tonto!...ajajajja ¿así como un "maura rivera"?-
-claro-

Me logro quitar tus manos de mis ojos y te las sujeto con fuerza frente a tu nuevo intento por cubrirme la vista.

-no tengo fuerza-
-pero tienes algo que decirme hoy-

Esta vez conté 36 segundos, mientras te paraste, tomaste la cámara para borrar algunas fotos. Empezaste a menear tu cabeza y a cantar suavemente.

-...tonta, ciega, sordomuda...-
-¿me vas a decir o no?-
-sipos-
-¿y por qué no lo dices ya?-

Me miras y te ríes. Yo sé que estás nerviosa, pero no podría llegar a descifrar lo que realmente quieres decirme. Te conozco demasiado, pero es algo que aún no logro contigo, en cambio tú sí conmigo.

-nah, te quería decir que se me perdió tu dvd de Pulp Fiction-
-¡¿qué?! mentira-
-te lo juro, ayer lo busqué y no sé donde lo dejé-
-se lo prestaste a alguien quizás-
-no, te juro que no-
-mmm...pucha, pero aparecerá-
-no sé, es que ayer ordené mi pieza y no estaba la película y me acordé que me la pediste po-

No estoy seguro si es eso lo que querías decirme desde ayer. Tengo la sospecha de que no.

-yap, te toca a ti decirme lo que me tenías que decir-
-mmm...no sé, no me acuerdo la verdad-
-mentiroso, tú tienes memoria para todo lo que nadie se acuerda-
-pero no me acuerdo po-
-ah no, yo te dije lo mío, te toca a ti-
-jaja, no sé que era, no era importante parece-
-mmmm...por lo menos invéntame algo-
-¿cómo tú recién?-
-¿cómo?-
-qué te apuesto a que voy a tu casa y encuentro la película-
-oye, no es mentira-

Te miro en silencio y con sospecha. Me sonríes, te acuestas en mi cama. Yo sigo sentado sobre ella.
-¿me puedes abrazar?-
-no, tú abrázame a mí-me acuesto dándote la espalda.
-fresco-me abrazas por la espalda.

Hay unos segundos de silencio, pero no extraño las palabras. Cierro los ojos.

-¿cambiaste el shampoo o qué?-
-es que no me quedaba y usé el de mi hermana-
-sí, eso te iba a decir, hueles a tu hermana-

Pasan unos cuantos segundos más (no los conté) de bocas cerradas.

-¿qué hora es?-
-temprano todavía-
-bacán-

Siento un beso tuyo en la nuca.


-TILLO-
Viernes, 31 de julio de 2009 (18:45:21)