lunes, octubre 18, 2010

Brígida y Abdón XXX (no es porno)

Todo este día ha sido ordenar, limpiar, botar los juguetes y vidrios quebrados. El terremoto fue maldadoso; destrozó mis mejores reliquias: mis gatitos de porcelana, mi cuadro de Rafiki, mi lámpara rellena con tiza que hice en quinto básico, entre otras cosas frágiles y significativas-inútiles.

Parece que el terrormoto no fue tan descriteriado con mi mamá como lo fue conmigo. Sólo se llevó en su visita un cuadro súper feo de una puesta de sol, uno de unos gatitos, unos vasos del Colo-Colo en la cocina y unas lozas que ya estaban todas trizadas. Mi papá hizo una oración en el almuerzo y dijo “Gracias Señor porque al LCD no le pasó nada”. Todos dimos las gracias, fue tan solemne que me acordé de mi bautizo. Fue tan bacán porque ocurrió a mis 13 años. Esa vez, mi papá se puso serio y dijo:

-hija, hay un invento de los señores de la iglesia que se llama Bautizo. Tú mamá y yo fuimos bautizados cuando chicos, pero nosotros no lo quisimos hacer contigo porque pensamos que sería más justo preguntarte si te interesa eso o no.

-papá, sé lo que es, pero… ¿qué gano con eso del bautizo?

Mis papás se miraron y guardaron silencio. Pensé un plan y dije.

-ya, miren. Quiero vestirme de blanco como novia, que nos tomemos de las manos en la mesa, que ustedes digan algo bonito, y que después yo me suba a la mesa y tire de una piñata con forma de ángel, llena de dulces y de chistes escritos en papeles rosados.

Mis padres se miraron de nuevo y al unísono dijeron: “trato hecho”.

Así fue. El siguiente fin de semana estuvimos en familia sentados a la mesa; comiendo arroz con palta, un trozo de carne, ensaladas de tomate, lechuga y apio. Tomamos champaña para niños. Mi papá habló con solemnidad (me encanta esa palabra) y al final, vino la esperada piñata. Me subí a la mesa, tiré de una lanita blanca atada al ángel y liberé miles de chistes en doble sentido, chistes machistas, feministas, chistes racistas, homofóbicos, chistes blancos, macabros, políticos, y los mejores: chistes de la teletón.

Con eso yo ya estaba bautizada. Fue la mejor experiencia de mi vida. Y me ha servido bastante porque me ha ido súper en lo que llevo viva. Eso creo, aunque igual soy joven. En realidad no puedo decir eso aún. Habrá que esperar para ver si mi bautizo sirvió de algo.

Volviendo con el tema de la semana, mi mamá me contaba que durante el sismo pensó en que se acabaría el mundo y que mi papá se había reído tan fuerte de ella, todo esto mientras el terremoto ocurría. Mi mamá del espanto se quedó paralizada, mientras que mi papá siguió acostado intentando dormir.

Mi papá está tan loco, pero yo le creo todo, es de esas personas que uno quiere guardar como amuletos, o como esa anécdota graciosa que uno intenta recordar para siempre, o como ese dulce sabor de un licor nunca antes probado. Es como una de esas cuestiones donde venden completos y cafés al lado de las gasolinerías en plena carretera. No, no sé, es como ver Bugs Bunny de vez en cuando.


Lunes, 18 de octubre de 2010 (01:35:14)