sábado, agosto 01, 2009

Brígida y Abdón VIII

Pongo un recorte de la cara de un político en tu frente. Tú pones un signo de ceda el paso en mi mejilla. Te ríes.

-vamos a quedar todos pegotes-

Cuento 9 recortes distintos en tu cara y cuello y no sé dónde pegarte una citroneta grande en blanco y negro que recorté.

-en la ropa no-
-si sé-

Estás recortando letras blancas. Miro a ver si adivino qué palabra quieres formar. Tienes una "M", una "O", una "L", una "I" y una "N".

-¿el señor Molina?-
-noooopo, "molino"- quitas de mi cuello una "O" y la pones al último.

Tomo un plumón negro y te pinto un lunar en medio de tu mejilla izquierda. Te dejas.

-Es que así quedas equilibrada-
-aam, o sea que ¿ya no me voy a tambalear más?-
-nunca más-
-jajaja, te acordai cuando se rompió la silla en el cumpleaños de tu hermana-
-sí y te llevé al baño porque te hiciste una herida en el tobillo-
-y te di un beso-
-sí-
-es que te quedaba tan bonito el chaleco que te regalé-
-¿y este no?-
-no, este no-

Pasa un rato y te ríes.

-es broma-
-a ti todo te queda siempre bonito-
-no, igual estoy más gorda que antes. Por culpa de tu mamá y sus sopaipillas-

Pasan más de 5 minutos de silencio, donde entremedio tú interrumpes cada cierto tiempo con algun trozo de canción. Cantaste una de Alberto Plaza, una de Chayanne, una de Aqua y una de Stevie Wonder.

-¿dónde vas a poner el dibujo que te di ayer?
-mmm...pensaba que acá atrás de mi cama-
-pero ahí no lo vas a ver-
-pero lo veré antes de dormir-
-no, mira, pégalo en el techo, así al despertar será lo primero que veas-

Te levantas, tomas el dibujo que está en el escritorio junto al computador. Está vuelto un rollito y amarrado con una lana roja con blanco. Lo desatas, tomas el scotch encima de mi velador. Te subes a mi cama de pie y empiezas a pegar el dibujo en el techo.

-¿está derecho ahí?-
-parece, pero hay otra cosa..-
-¿qué cosa?-
-que se te está asomando tu ombligo-
-ajaja no importa-
-y no estai gorda como dices-
-para de mirarme la guata-

Terminas de pegar el dibujo y pierdes el equilibrio y das un paso rápido para no caer.

-¡chucha!-
-sin ponerse nerviosa-
-¿sabí qué?-
-¿qué?-
-no te regalo ninguna hueá más-
-oye sí, estoy lleno de cosas tuyas-
-oye sí, que van a decir despues-
-que eres una regalona-
-jajaja en todo sentido-

Nos tiramos en la cama mirando tu dibujo.

-te quedó bacán-
-gracias-
Brígida y Abdón VII

Tomo una foto de tu escote.

-aprovecha que un escote así en mí no volverás a ver-
-sipos, como si hubiera tanto para ver-
-oooh, que hablador-

Te arrojas sobre mí y me tapas los ojos con ambas manos.

-cuidado, no se te vaya a salir algo-
-¡tonto!...ajajajja ¿así como un "maura rivera"?-
-claro-

Me logro quitar tus manos de mis ojos y te las sujeto con fuerza frente a tu nuevo intento por cubrirme la vista.

-no tengo fuerza-
-pero tienes algo que decirme hoy-

Esta vez conté 36 segundos, mientras te paraste, tomaste la cámara para borrar algunas fotos. Empezaste a menear tu cabeza y a cantar suavemente.

-...tonta, ciega, sordomuda...-
-¿me vas a decir o no?-
-sipos-
-¿y por qué no lo dices ya?-

Me miras y te ríes. Yo sé que estás nerviosa, pero no podría llegar a descifrar lo que realmente quieres decirme. Te conozco demasiado, pero es algo que aún no logro contigo, en cambio tú sí conmigo.

-nah, te quería decir que se me perdió tu dvd de Pulp Fiction-
-¡¿qué?! mentira-
-te lo juro, ayer lo busqué y no sé donde lo dejé-
-se lo prestaste a alguien quizás-
-no, te juro que no-
-mmm...pucha, pero aparecerá-
-no sé, es que ayer ordené mi pieza y no estaba la película y me acordé que me la pediste po-

No estoy seguro si es eso lo que querías decirme desde ayer. Tengo la sospecha de que no.

-yap, te toca a ti decirme lo que me tenías que decir-
-mmm...no sé, no me acuerdo la verdad-
-mentiroso, tú tienes memoria para todo lo que nadie se acuerda-
-pero no me acuerdo po-
-ah no, yo te dije lo mío, te toca a ti-
-jaja, no sé que era, no era importante parece-
-mmmm...por lo menos invéntame algo-
-¿cómo tú recién?-
-¿cómo?-
-qué te apuesto a que voy a tu casa y encuentro la película-
-oye, no es mentira-

Te miro en silencio y con sospecha. Me sonríes, te acuestas en mi cama. Yo sigo sentado sobre ella.
-¿me puedes abrazar?-
-no, tú abrázame a mí-me acuesto dándote la espalda.
-fresco-me abrazas por la espalda.

Hay unos segundos de silencio, pero no extraño las palabras. Cierro los ojos.

-¿cambiaste el shampoo o qué?-
-es que no me quedaba y usé el de mi hermana-
-sí, eso te iba a decir, hueles a tu hermana-

Pasan unos cuantos segundos más (no los conté) de bocas cerradas.

-¿qué hora es?-
-temprano todavía-
-bacán-

Siento un beso tuyo en la nuca.


-TILLO-
Viernes, 31 de julio de 2009 (18:45:21)